Antonio Martínez, secretario de Organización del PSOE de Almería
Opinión

OPINIÓN. Evolución o involución verde

La preservación de los ecosistemas es una responsabilidad que concierne a todos y por ello, en el Día Mundial del Medio Ambiente que se ha conmemorado esta semana, hay que concienciar sobre la importancia de actuar contra su degradación. El compromiso del PSOE con un desarrollo sostenible incluye avanzar en políticas públicas efectivas de protección del medio ambiente que, a su vez, coadyuven a la protección social y la prevención y promoción de la salud. Frente a esta evolución verde que defendemos las y los socialistas se encuentra la involución que practica el PP y en Almería tenemos claros ejemplos.

Antonio Martínez, senador y secretario de Organización del PSOE de Almería
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OPINIÓN. Cita con el progreso

Pronto tendremos la oportunidad de volver a elegir nuestro futuro. En esta ocasión, toca escoger el modelo de país que deseamos tras la convocatoria electoral para el 23 de julio, una fecha absolutamente trascendental. Lo es porque hay mucho en juego pese a que la derecha se afane en embadurnar el tablero para que no veamos realmente en qué consiste la partida. Ese día no se decidirá el pasado, se decide el futuro de España para las próximas décadas

Antonio Martínez, senador y secretario de Organización del PSOE de Almería
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OPINIÓN. La gran oportunidad

El domingo está, prácticamente, aquí y, con él, la oportunidad de decidir qué queremos que suceda en nuestros municipios durante los próximos cuatro años. Con el PP ya sabemos lo que hay: núcleos anclados en políticas del pasado en los que se produce un deterioro de lo público mientras sus alcaldes y alcaldesas miran a otro lado incapaces de ‘molestar’ a la Junta de Andalucía y pedir lo que les corresponde a sus vecinos y vecinas, algo que Moreno Bonilla les arrebata porque esquilma lo de todos y todas: los servicios públicos.

Antonio Martínez, senador y secretario de Organización del PSOE de Almería
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OPINIÓN. Cable Inglés

La puesta en valor de un bien patrimonial cuesta, en ocasiones, más de lo deseado, pero lo importante es que se lleve a término. Es lo que ha ocurrido con el Cable Inglés, objeto de una rehabilitación que ha tenido que sortear diversos obstáculos en el camino hasta llegar a buen puerto. Lo primero que tenemos que hacer es felicitarnos de que esté ahí, donde está, y que no haya sido reducido a chatarra como pretendía el Partido Popular. Esto les sigue escociendo, pero es una realidad. De no haber contado con la protección que le otorgó la Junta –socialista- el PP se lo hubiera quitado de en medio como ha hecho con otras infraestructuras que representan el pasado industrial en la capital. Da igual las fotos que se hagan y a cuanta gente llamen para ponerse en ellas: el PP no quería el Cable Inglés.