Juan Antonio Lorenzo, secretario general del PSOE de Almería
Opinión

OPINIÓN. Donde habita el olvido

Si por algo se ha caracterizado la legislatura a la que le va a poner fin Moreno Bonilla ha sido por, digámoslo así, los olvidos. Los ha habido de todo tipo en este tiempo: los de las ‘medias verdades’, que se han terminado pareciendo mucho a las mentiras, y también los de ‘mejor me callo’, que con el paso de los años no han soportado su propia vergüenza. Sin embargo, los más retorcidos son los que ni siendo una cosa ni otra han recogido lo peor de los dos anteriores; esto es, los que un día fueron promesa y hoy son pasto del olvido, no solo para quien lo prometió, sino también para quien se sintió prometido.

Juan Antonio Lorenzo, secretario general del PSOE de Almería
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OPINIÓN. Gracias por nada

Resulta desalentador echar la mirada atrás y comprobar el balance que nos deja en Andalucía, y muy especialmente en Almería, esta legislatura de tres años y medio a la que pondrá fin Moreno Bonilla en breve, tal y como se traduce de sus propias declaraciones en las últimas semanas.

Juan Antonio Lorenzo, secretario general del PSOE de Almería
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OPINIÓN. Autonomía energética

En los últimos meses hemos estado mirando el precio de la luz con la misma angustia con que lo hicimos con la prima de riesgo en los peores años de la crisis económica, cuando llegó a alcanzar casi los 700 puntos básicos, en el verano de 2012. Nadie sabía muy bien qué significaba aquello, salvo los eruditos del tema, pero el caso es que todos andábamos con la sensación de que la camisa no nos llegaba al cuello.

Juan Antonio Lorenzo, secretario general del PSOE de Almería
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OPINIÓN. Más madera

Asistimos en estos días, bien es cierto que sin sorpresa alguna, a la decisión del Partido Popular de volver a convertir el oportunismo en su única estrategia política. Y no es la primera vez que lo hace. Ya ocurrió durante la crisis financiera que recorrió todo el mundo en 2008. En aquel momento, el Partido Popular de Rajoy optó por alimentar el descontento social para hacer caja electoral con cada uno de los golpes que recibía la economía española.