Mentira sobre mentira III

Antonio Martínez Rodríguez
Antonio Martínez Rodríguez

Si hasta ahora hemos hablado de la interesada desinformación promovida por la extrema derecha internacional, y de la que suscriben la derecha y extrema derecha nacionales, vamos a centrar el artículo de hoy en Andalucía.  

La situación en nuestra comunidad autónoma refleja, de manera preocupante, las tendencias que hemos descrito en los ámbitos internacional y nacional. La extrema derecha, encarnada en Vox, ha logrado una presencia significativa en el Parlamento andaluz, aupada por el Partido Popular de Moreno Bonilla, y su influencia en el discurso público es innegable. En Andalucía, la estrategia de la desinformación se ha centrado en temas especialmente sensibles para la población, como la inmigración. Se difunden bulos sobre la llegada masiva de inmigrantes asociándolos con la delincuencia, con el desempleo y con la inseguridad ciudadana. Se exagera el coste de la atención a los inmigrantes y se les presenta como una amenaza para la identidad cultural andaluza.

Pero es que ese discurso ha calado, también, en el PP. El argumentario  ‘popular’ sobre el acogimiento a menores migrantes en Almería y en Andalucía es absolutamente infame relacionándolo con una posible delincuencia que ha resultado ser inexistente.

Algo que comparten, también, las derechas es la promoción de la idea de que Andalucía está siendo “discriminada” por el Gobierno central y tratan de alimentar el sentimiento de agravio comparativo.

Esta insistencia en la mentira termina consiguiendo logros. Uno de ellos el aumento de la polarización. Sus mentiras han generado una división profunda en la sociedad andaluza, enfrentando a sectores de la población y dificultando el diálogo constructivo.

Y, finalmente, uno de sus objetivos favoritos es crear desconfianza en las instituciones. La constante deslegitimación de las instituciones democráticas por parte de la extrema derecha ha generado una creciente desconfianza en la política y en los mecanismos de participación ciudadana. Y mientras, el PP de Moreno Bonilla da pan y circo y se ha creado una auténtica máquina mediática para esconder las vergüenzas de su gestión. Es fundamental que la sociedad andaluza reaccione frente a la amenaza de la desinformación. Es necesario promover una cultura de pensamiento crítico, fomentar la verificación de la información y fortalecer los medios de comunicación independientes.  Solo así se podrá contrarrestar la desinformación y construir una Andalucía más justa, tolerante y democrática.