Susana Díaz exige a Moreno Bonilla transparencia y responsabilidad y que abandone una confrontación que muestra incapacidad del Gobierno de la Junta en la crisis

Susana Díaz, secretaria general del PSOE de Andalucía
Susana Díaz, secretaria general del PSOE de Andalucía

La secretaria general del PSOE de Andalucía confía en que Arrimadas mantenga su gesto de generosidad para prolongar el estado de alarma necesario en defensa de “la salud y la vida de las personas” y lamenta que Casado convierta la prórroga en instrumento de polarización en su “carrera desaforada” contra el Ejecutivo de España

La secretaria general del PSOE andaluz, Susana Díaz, ha exigido a Moreno Bonilla y su Gobierno en la Junta transparencia y responsabilidad en la desescalada del confinamiento por la pandemia de coronavirus y que deje de lado la confrontación, que sólo “muestra incapacidad” en esta crisis. Ha recalcado que el Ejecutivo de PP y Cs tiene que explicar “con claridad” cómo pretenden abordar el periodo de transición porque la ciudadanía “tiene que saber a dónde nos llevan”.

En una entrevista en ‘Las Mañanas de RNE’ de la radio pública, Susana Díaz ha incidido en que el coronavirus “ha llegado con menos fuerza a Andalucía” y el confinamiento se hizo “a tiempo” para contener la propagación en la comunidad, pero, a pesar de ello, “tenemos a más de 8.000 sanitarios afectados, diez puntos más que en España, y el 40% de los fallecidos, en residencias de mayores”. Ha asegurado que esta situación “habrá que analizarla tras la crisis”, pero hasta entonces ha reclamado al Gobierno de la Junta “mucha transparencia” y garantías en la desescalada, especialmente en la Atención Primaria y con más test PCR porque “somos la comunidad con menos pruebas de España, sólo tenemos por detrás a Ceuta y eso no es normal” en el territorio más poblado del país, según ha comentado.

Ha lamentado que, como líder de la oposición, durante toda esta crisis sólo ha recibido una llamada del presidente de la Junta, aunque ha certificado que el PSOE no utilizará esto “como excusa para no apoyar” a la comunidad ante la crisis sanitaria, social y económica desatada por el coronavirus. Ha insistido en que “cuando se quiere ayudar no se buscan excusas fáciles” y, en el panorama nacional, con diálogo constante y fluido del Gobierno de España y la oposición y tras diez reuniones de la Conferencia de Presidentes Autonómicos en dos meses, “si Pablo Casado quisiera ayudar, lo haría”.

Para la líder socialista andaluza, la nueva prórroga del estado de alarma se plantea desde el Gobierno de España para mantener la defensa de la vida y la salud y la protección de las personas. “Queda un mes y la gente necesita la seguridad y la esperanza”, ha afirmado Díaz, quien ha cuestionado que, rechazando el nuevo decreto de alarma, se pueda “poner en peligro a mucha gente; con vecinos y vecinas de comunidades autónomas con más contagios que podrán venir a las playas de Andalucía o pueblos del interior sin casos, ¿quién será el responsable? Debemos pensar en eso y no en arañar medio punto en las encuestas o en unas elecciones”.

La secretaria regional socialista ha subrayado que “es el momento de la cogobernanza y de corresponsabilizarse” y ha apelado a cada partido y a cada dirigente político a estar a la altura del personal sanitario, de los maestros y maestras, de los trabajadores de supermercados y comercios y de los cuerpos y fuerzas de seguridad “que se exponen cada día” para cubrir las necesidades básicas de la población en la pandemia. “No puede ser tan difícil que los políticos nos pongamos de acuerdo para salir de las casas con garantías”, ha señalado, y ha reclamado “poner a España por delante de otros intereses”.

Díaz ha confiado en que Inés Arrimadas “recapacite” y mantenga en Cs su “gesto de generosidad de hace quince días, que esperaba no fuera puntual, porque es cierto que le viene bien para recuperar espacio político en el centro-derecha y también le viene bien a España para una desescalada con garantías”.

Ha reivindicado apoyo a la nueva prórroga como “gesto de patriotismo colectivo por el bien del país”, y ha criticado a Casado en su “carrera desaforada pidiendo que cuanto antes se levante la alarma”, preguntando directamente si “él se responsabiliza de lo que pase”. Ha lamentado que “no es normal que un partido de gobierno como el PP se desentienda” y convierta la crisis del coronavirus y el proceso de desescalada “en un instrumento de confrontación y de polarización, que puede poner en peligro vidas”, pidiendo a todo el ámbito político “autocrítica, humildad y pensar qué aportamos a un país que da ejemplo”.

Susana Díaz ha calificado de “insolidario” que se utilice “el virus para ir contra el Gobierno cuando debemos unirnos todos para ir contra el virus” y ha defendido la libertad de expresión y de manifestación en defensa de las opiniones, advirtiendo de que “la libertad no da derecho a poner en peligro la vida de los demás”. “No se puede reclamar falsa libertad, ¿a qué, a contagiar a los demás? Eso no es responsable”, ha asegurado, dejando claro que “ahora hay que arrimar el hombro y entonces sería un patriotismo de verdad y no servirte de la bandera, sino servir a la bandera”.

Solidez del Gobierno de la Nación

Sobre la legislatura nacional, ha certificado que el presidente Pedro Sánchez y su Gobierno es “sólido” y trabaja con firmeza “comprometido con lo que España y los españoles necesitan”. Ha resaltado que se está abordando la crisis del coronavirus “sin recortes” para la ciudadanía y que, si en 2012 se rescató a bancos con dinero de todos los españoles, ahora con recursos públicos se está salvando a personas, trabajadores y empresas.

Díaz ha explicado que las medidas estatales emprendidas son la respuesta a la crisis de un “Gobierno socialdemócrata con la convicción clara de que la prioridad son las personas” tres vertientes esenciales, la sanitaria, para que cuanto antes la gente se sienta protegida en su vida; la económica, con impulso del crecimiento y del empleo aprovechando sectores tan potentes como el turismo y la hostelería “de calidad que ahora debe garantizar que son saludables”, y la social, en la que un Ejecutivo de izquierdas siempre va a tener la sensibilidad de “que nadie se quede atrás”, con cuidado especial para la sanidad y la educación públicas.