OPINIÓN. Política bajo mínimos, inseguridad máxima

Rafaela Ortega, diputada provincial del PSOE
Rafaela Ortega, diputada provincial del PSOE

Rafaela Ortega, diputada provincial del PSOE de Almería

Durante estos años de larga crisis, los robos en las zonas de interior han aumentado y, con ellos, la inseguridad ciudadana. Quien parece no querer enterarse de la realidad que se vive en el mundo rural es el Gobierno de Rajoy, que, en lugar de mantener, como mínimo, la tasa de reposición de la Guardia Civil al 100% para sustituir a todos los efectivos que se jubilan, la ha tenido al 10% hasta el año 2015. Es decir, por cada diez guardias que se han jubilado en este tiempo, sólo se ha incorporado uno. Ahora, con la llegada de las elecciones, el Gobierno dice que la reposición llegará de nuevo a la totalidad. A buenas horas.

A estas alturas, el daño ya está hecho, porque, aunque para este año se oferten 1.734 plazas en toda España (que quedan lejos de las grandes ofertas que hubo en el periodo de 2005-2009) esa cifra va a ser claramente insuficiente para solventar los problemas de funcionamiento que las medidas del Gobierno del PP han provocado en la Guardia Civil. Estos profesionales, al igual que los ciudadanos de los pueblos, han sido víctimas de unos dirigentes que parecen no entender que la seguridad debe mantenerse constantemente y no ir ligada a los vaivenes políticos.

Durante estos años de Gobierno del PP, en nuestra provincia hemos perdido 96 guardias civiles, según los datos que el propio Gobierno ha tenido que ofrecer, en respuesta a las preguntas del Grupo Socialista en el Congreso. En una provincia que cuenta con 97 municipios con menos de 20.000 habitantes –de los cuales la mitad no supera los 1.000–, este descenso de efectivos ha provocado que, ante las oleadas de robos que se están produciendo en las zonas rurales, la Guardia Civil se vea desbordada de trabajo. Cuando al cuerpo encargado de velar por la seguridad de las personas y los bienes en nuestros pueblos se le reduce la plantilla, se le facilitan menos medios materiales y se les dan grandes extensiones de territorio para cubrir, se genera una situación de inseguridad, que preocupa, y mucho, a todos los vecinos.

Nuestros pueblos tienen que seguir siendo un lugar seguro donde poder vivir. Para ello, es necesaria la presencia de más efectivos de la Guardia Civil, en un número suficiente para que puedan ejercer las funciones que tienen encomendadas en beneficio de la ciudadanía, y no bajo mínimos, que es como ha dejado el Gobierno del PP a la plantilla en la actualidad.