El PSOE-A ofrece a Moreno Bonilla rectificar su “esperpento” y reconducir la comisión de reconstrucción andaluza con la retirada de Vox de la presidencia en favor de PP o Cs como grupos de gobierno

Manuel Jiménez Barrios, portavoz adjunto del Grupo Parlamentario Socialista
Manuel Jiménez Barrios, portavoz adjunto del Grupo Parlamentario Socialista

El portavoz adjunto del Grupo Socialista Manuel Jiménez Barrios advierte de que al presidente de la Junta “se le ha caído la máscara de la moderación” al priorizar a la ultraderecha de la que depende y denuncia su “opacidad” al plantear reuniones de trabajo sobre la reactivación económica y social al margen del Parlamento

El PSOE de Andalucía ha ofrecido a Moreno Bonilla la oportunidad de rectificar el “esperpento” de la comisión para la reactivación económica y social de la comunidad si retira de la presidencia a Vox y los grupos de gobierno PP y Cs asumen esta responsabilidad. El portavoz adjunto del Grupo Socialista Manuel Jiménez Barrios ha instado al presidente de la Junta a “reconducir” así la situación con el objetivo de que “dejen de preguntarse en toda España por qué algo tan vital como esta comisión en la que trabajar todos juntos para salir de la crisis del coronavirus se entrega a la ultraderecha radical mostrando su debilidad política”.

En rueda de prensa telemática, Jiménez Barrios ha certificado que Moreno Bonilla ha demostrado que “no tiene confianza alguna en esta comisión” al negarse a buscar con tiempo los acuerdos necesarios para su constitución desde el acuerdo y el consenso y al entregar en una “incongruencia brutal” este organismo parlamentario a la ultraderecha que no quería estar en ella, votó en contra de su creación y la descalificó al mismo tiempo que abandonaba la comisión de reconstrucción del Congreso y se centraba en “crispar a la sociedad, enfrentando a unos con otros y criminalizando a quienes no pensamos como ellos”.

Para el dirigente socialista, al presidente de la Junta “se le ha caído su máscara de moderación” al apostar por la extrema derecha y rechazar el ofrecimiento socialista de colaboración ante la crisis del coronavirus realizada por la secretaria general del PSOE andaluz, Susana Díaz, a quien Moreno Bonilla “no ha llamado” ni para consensuar la puesta en marcha de la comisión de reactivación económica y social ni para analizar y pactar las modificaciones presupuestarias necesarias ante la crisis del coronavirus en nuestra tierra, según ha asegurado.

“El presidente Moreno Bonilla mentía y no cree en la comisión parlamentaria, o lo que tiene en la cabeza es otra cosa”, ha apuntado el portavoz adjunto socialista, desvelando que “al mismo tiempo que celebrábamos constitución de dicha comisión, los consejeros Bravo, Bendodo y Velasco se reunían con agentes sociales y económicos paralelamente, preparando otra comisión de trabajo de reconstrucción”. “Es significativo que el presidente dé órdenes a sus consejeros para reunirse con sindicatos y empresarios paralelamente a la comisión parlamentaria, sin información y con total opacidad”, ha insistido.

Jiménez Barrios ha reiterado que la decisión de Moreno Bonilla de entregar la comisión parlamentaria a la ultraderecha evidencia “la debilidad política del presidente” y su “incapacidad para dar estabilidad a Andalucía”, recalcando que se desploma su máscara de moderación, que se viene resquebrajando con su “dureza contra Pedro Sánchez en la estela de Pablo Casado”.

En contraste, el representante regional socialista ha defendido la permanente “voluntad de diálogo, acuerdo y consenso” del PSOE andaluz ante la dura crisis económica, laboral y social provocada por el coronavirus, que “debe ser la principal preocupación de cualquier responsable político” y que ha llevado a la formación socialista a preparar “un documento muy trabajado y elaborado con profesionales de gran experiencia” para trabajar ante la comisión de reconstrucción hoy fallida.

En dicho documento, ha explicado que el PSOE andaluz defiende como elementos de actuación la prioritaria reconstrucción social, el fortalecimiento y fomento de los servicios públicos fundamentales de sanidad, educación, dependencia y apoyo social -que incluya el reconocimiento salarial al esfuerzo del personal sanitario en la pandemia-, las medidas de reactivación económica y del empleo sin perder la dimensión social de la crisis, y el respeto y refuerzo de las instituciones públicas desde la colaboración y la coordinación, con especial atención a las corporaciones locales y provinciales.

A este respecto, Jiménez Barrios ha lamentado que Moreno Bonilla “ningunea permanentemente a los ayuntamientos” y pudo comprobarse, de nuevo, en su entrevista con los alcaldes de las capitales andaluzas, de la que la única medida trascendente fue la aportación de empresas del mármol de Macael de monumentos a las víctimas de la pandemia y “se perdió la oportunidad” de trabajar por las familias y las empresas.

El portavoz adjunto del Grupo Socialista ha exigido al presidente de la Junta más trabajo por Andalucía y “menos confrontación con el Gobierno de España”, y ha afirmado que su “pelea permanente sobre la desescalada” y la situación de Málaga y Granada se desmonta con la publicación de los informes estatales, que se demuestran elaborados desde una perspectiva exclusivamente técnica y con la prudencia exigida ante la gravedad de la crisis sanitaria.

Desde el PSOE andaluz, Jiménez Barrios ha reclamado a Moreno Bonilla que siga el camino de Gobierno de España y haga públicos de inmediato los informes elaborados por la Junta y remitidos a las autoridades sanitarias estatales que justifiquen sus quejas permanentes sobre la desescalada en Málaga y Granada. “Que enseñen el plan de movilidad enviado a Gobierno de España y cómo controlaba la Junta la situación en Granada y Málaga, con municipios prácticamente pegados, cómo evitaba traslados de una a otra población ante el índice de contagios”, ha insistido el dirigente socialista, quien ha certificado que los informes publicados por Sanidad confirman que sus decisiones “no son políticas sino por criterios técnicos de prudencia ante los que el presidente de la comunidad debía mantenerse en línea de ayudar y no de confrontar”.