Artículos por Juan Antonio Lorenzo Cazorla

Una mayoría progresista decidió con su voto el pasado domingo continuar con el progreso que ha supuesto para España el gobierno de Pedro Sánchez, castigando a la misma vez en las urnas a todos los que se han dedicado a mentir de manera ruin desde el primer minuto de esta pasada legislatura.

Tenemos una provincia llena de contrastes y, precisamente eso, es lo que nos hace singulares. Normalmente, las personas que viajan a Almería lo hacen pensando en sus playas, en nuestro extenso litoral que discurre desde Adra hasta Pulpí, pasando por lugares tan emblemáticos y mágicos como el parque natural Cabo de Gata-Níjar.

Feijóo no puede ser presidente. No puede gobernar este país una persona que miente a sabiendas, que trata de engañar y confundir a la gente, tal y como lo viene haciendo el candidato del Partido Popular. Estos comportamientos deben penalizarse en las urnas, de forma clara y rotunda, ya que alguien que es capaz de hacer eso no es de fiar. Alguien que hace un uso absolutamente execrable del terrorismo y cuestiona hasta la profesionalidad de los carteros y de su trabajo en este proceso electoral, debe ser descartado automáticamente.

Almería ha sido una de las provincias más beneficiadas por las inversiones que ha incluido el Gobierno de España durante esta legislatura en los Presupuestos Generales del Estado. Eso es un hecho irrefutable, como lo es también que a través de los fondos europeos conseguidos por Pedro Sánchez hayan llegado a nuestra tierra centenares de millones de euros para poner en marcha numerosos proyectos de todo tipo: energéticos, turísticos, para aumentar los recursos hídricos o impulsar nuevas instalaciones sanitarias, como es el caso del hospital de Roquetas de Mar o el edificio de consultas externas de Torrecárdenas.

El conjunto de los 111.000 pensionistas almerienses han recibido en estos días 250 millones de euros entre la paga extraordinaria y la pensión de este mes. Las cifras hablan por sí solas y sitúan la subida del 8,5%, aprobada por el Gobierno de Pedro Sánchez a primeros de año, en niveles históricos.  Y esto ha sido a pesar del Partido Popular, que no votó a favor de esta subida, como tampoco lo ha hecho con otras medidas que han favorecido a los trabajadores y trabajadoras.

El próximo 23 de julio los almerienses, como el resto de españoles y españolas, vamos a decidir si avanzamos o retrocedemos. Tan simple como si queremos seguir progresando o si, por el contrario, retrocedemos varias décadas, que es lo que hoy, aunque parezca una locura, se ha puesto encima de la mesa.

Las buenas cifras que está presentado la economía en el conjunto de España están teniendo una repercusión muy positiva en nuestra provincia, que recientemente registraba la cifra más baja de desempleados en un mes de mayo desde 2008. A esa excelente noticia se une otra también muy alentadora: de enero a abril se han formalizado en Almería 41.000 contratos indefinidos, frente a los 36.144 que se registraron a lo largo de todo 2022.

Entre los años 2012 y 2018, los gobiernos de Mariano Rajoy incluyeron en los Presupuestos Generales del Estado 559 millones de euros para el AVE entre Almería y Murcia y 36,8 millones para la reparación de la desaladora del Bajo Almanzora. Ni en un caso ni en otro aquel presidente del PP y los ministros que ocuparon las carteras de Fomento y de Medio Ambiente gastaron un solo euro de lo presupuestado en estas infraestructuras.

Muchas de las personas que votarán el próximo 23 de julio en las elecciones generales recuerdan muy bien lo que ocurrió durante los gobiernos de Rajoy. Sólo en el primer año y medio de legislatura, aquel Ejecutivo del Partido Popular subió impuestos como el IRPF, el de Sociedades, el IVA y el IBI, a pesar de haber prometido en las elecciones de 2011 que haría todo lo contrario. Durante sus dos mandatos, Rajoy fue implacable con la clase trabajadora y generoso con la banca, a la que nunca le pidió reembolsar todo el dinero que se le prestó durante la crisis financiera.