Los afectados registran casi 1.500 firmas en el Ayuntamiento que, según la edil Consuelo Rumí, es el único responsable de dar soluciones
El Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Almería ha exigido al alcalde que asuma el mantenimiento que le corresponde del centro de jubilados de Las 500 Viviendas y que, con carácter urgente, arregle el aire acondicionado para que puedan disfrutar del espacio en unas condiciones dignas.
Durante un acto reivindicativo organizado por los mayores, en el que han dado a conocer que han registrado 1.479 firmas en el Ayuntamiento solicitando al gobierno municipal que actúe en su edificio, Rumí ha trasladado el apoyo de los socialistas a esta petición y ha considerado “que la falta de mantenimiento clama al cielo”.
Por esa razón, ha querido preguntar al alcalde directamente “si conoce el barrio de las 500 Viviendas, si conoce su centro de mayores y en qué condiciones están los abuelos de Las 500 Viviendas”. Y, a partir de ahí, le ha advertido de que “o cumple con su responsabilidad, que es el mantenimiento de un centro que le sale gratis o desde el PSOE le exigiremos la construcción de un centro municipal para los mayores”.
Para la concejala socialista, que ha dejado claro que su grupo quiere hacer de Las 500 Viviendas “un barrio de primera” después de reprochar al PP que actúe como si hubiera “barrios de primera, de segunda y de tercera” en Almería, esta zona de la capital “necesita unas condiciones dignas no solamente para el centro, sino un plan integral como se ha hecho en otros”.
Tras esas consideraciones, Rumí ha explicado sobre la situación del centro de jubilados que “la falta de aire acondicionado es muy grave porque en los meses de verano aquí cae un sol de justicia” pero que esta deficiencia es “solamente una de las muchas que tiene el centro y que se traducen en humedades, problemas de fontanería e iluminación o mal estado de las barandillas de acceso”.
A continuación, ha instado al PP a ofrecer las soluciones necesarias al tiempo que “a dejar de confundir en este asunto”. Y es que, según ha explicado, “el mantenimiento y la gestión del centro es responsabilidad del Ayuntamiento” desde que en 1985 asumiera, después de haberlo solicitado a la Junta de Andalucía, la cesión de la gestión de uso del inmueble.
El periodo inicial para la misma, ha continuado Rumí, era de cinco años pero con una prórroga por anualidades sucesivas de manera automática salvo que el Ayuntamiento o la Junta de Andalucía comunicaran lo contrario, un extremo que no se ha producido.
De ese modo, el Ayuntamiento tiene que respetar un Decreto autonómico que regula la cesión de este tipo de instalaciones y que deja bien claro que es la administración local la encargada de asumir los gastos de mantenimiento, agua, luz, teléfono o limpieza, además de señalar que el Consistorio se encargará de las obras de mejora que se consideren necesarias.
“Son seres humanos”
Por su parte, la presidenta del club de jubilados que usa las instalaciones ubicadas en la Avenida de Madrid, Maruja Montoya, ha explicado cómo lleva cinco años detrás del Ayuntamiento “para que nos pongan los aires acondicionados, que están rotos, y no quieren”. “Además, tenemos la barandilla rota, humedad porque en la puerta ha estado más de un año y medio una tubería rota, problemas en el cuarto de baño y muchas cosas que nos hacen falta”, ha aseverado.
Montoya ha incidido en que “esto no puede ser” porque “ellos -en referencia a los usuarios- son seres humanos, pensionistas que han trabajado toda la vida y han pagado sus impuestos, y tienen derecho a ser atendidos y a tener aire acondicionado como en los demás centros”. En esa línea, se ha preguntado “por qué el Ayuntamiento se niega, que he hecho muchas cartas, y nada de nada” en cuanto a solucionar los distintos temas.
Para concluir, ha detallado que la realidad es que, hoy por hoy, el centenar de socios con los que cuenta el Club “vienen por la mañana y ya está” porque “por las tardes no se puede estar porque da el sol de lleno” y que, en lugar de encontrar apoyo municipal, han llegado a ver “cómo vino un concejal del Ayuntamiento y le dijo a un señor de mantenimiento que aquí no se puede hacer nada, que era una orden del Ayuntamiento, para que no nos hicieran nada”.