 
Almería atraviesa una etapa crítica. A pesar de contar con el mayor presupuesto municipal de su historia, los almerienses sienten que su ciudad se ha vuelto más cara, más sucia y más abandonada. La gestión del Partido Popular en el Ayuntamiento ha derivado en una subida generalizada de impuestos —IBI, agua, basura, servicios funerarios— sin que ello se traduzca en mejoras visibles para la ciudadanía.
La ciudad está lejos de ofrecer unos servicios públicos dignos. Almería es hoy la capital andaluza que más crece en población, pero también la que más lo hace en desigualdad. Mientras unos barrios prosperan, otros se quedan atrás. Las calles están deterioradas, los parques infantiles abandonados, el transporte público es insuficiente y hoy por hoy es una ciudad sin horizonte para sus jóvenes.
La vivienda es uno de los mayores problemas a los que se enfrentan muchas personas cada día por la ausencia de iniciativas de quien tiene las competencias en esta materia, que es el Gobierno de Moreno Bonilla; pero también por culpa del propio ayuntamiento, que promueve VP0 a precios inaccesibles. Tampoco está tomando el PP ninguna medida para detener la constante subida de la mensualidad del alquiler -que ronda ya los 800 euros-, convirtiéndose el derecho a la vivienda en algo prohibitivo para muchas familias y especialmente para los jóvenes almerienses.
Si algo está transformando verdaderamente a Almería, no es la acción municipal, sino las inversiones del Gobierno de Pedro Sánchez. Todas las grandes obras que se han ejecutado en los últimos años en la ciudad de Almería o que están ahora mismo en ejecución tienen la firma del PSOE.
La llegada del AVE y los trabajos de integración de las vías del tren en la trama urbana supondrán un antes y un después para los almerienses y las almerienses. La ciudad va a experimentar una transformación histórica no solo desde el punto de vista de la movilidad, sino también por las oportunidades que estas infraestructuras llevan aparejadas desde el punto de vista social, económico y de empleo.
Almería necesita un cambio de rumbo. No basta con presupuestos récord si no se traducen en bienestar real. Los almerienses debemos seguir denunciando esta gestión ineficaz y reivindicar el modelo que sí está dando resultados: el que viene de la mano del Gobierno de Pedro Sánchez.
