Un gueto sanitario

Esteban Requena, secretario de Salud del PSOE de Almería
Esteban Requena, secretario de Salud del PSOE de Almería

El escándalo de los cribados del cáncer de mama está confirmando lo que llevamos años denunciando: la puesta en marcha de un modelo sanitario que provee de servicios a través de empresas privadas, pero que resulta ineficiente además de ineficaz.

En el norte de Almería confluyen esas dos variables, la ineficiencia y la ineficacia del modelo sanitario y algunos condicionantes más para crear la tormenta perfecta que deja al borde del precipicio al Área de Gestión Sanitaria.

Atendiendo a las listas de espera que se cuentan en años, la falta de transparencia sobre pruebas diagnósticas, la escasez de profesionales, las promesas incumplidas y la exasperante incapacidad de la Atención Primaria para dar respuesta en pocos días -debido a la sobrecarga a la que está sometida-, concluimos que la degradación del sistema sanitario es tal que hemos llegado a su colapso. Si entendemos ese deterioro como una pérdida de la capacidad para cumplir su función, creo firmemente que está colapsado.

Ante algo así, los ciudadanos deberían poder ‘escapar’ de él acudiendo no sólo a la medicina privada -los que puedan-, sino que también tener la oportunidad de acudir a otros sistemas cercanos, como nuestro Hospital de referencia de tercer nivel: el Hospital Universitario Torrecárdenas. Desafortunadamente, la experiencia de estos años no es esa.

La experiencia es que los pacientes con problemas dermatológicos, urológicos, neumológicos y hematológicos entre otros, no son atendidos tampoco en ese hospital. En otras palabras, el derecho a la libre elección de especialista no está funcionando, por mucho que se empeñe su médico de familia en realizar la actividad burocrática establecida para estos casos.

De ahí que el norte de Almería se haya convertido ya un gueto sanitario. No sólo perdemos derechos incumpliéndose los decretos de garantías, sino que nos encierran en nuestro ‘suburbio’ sanitario vulnerando también el derecho a la libre elección de especialista.

La sociedad civil y los partidos progresistas tienen que continuar defendiendo los derechos de los ciudadanos y reclamando medidas para revertir estas decisiones políticas que no sólo generan sufrimiento, sino que además cuestan vidas. Esa es la parte que nunca debemos olvidar.