
El presidente del Gobierno andaluz se ha convertido en todo un experto en el arte de salir huyendo cuando más explicaciones tiene que dar, cuando no hay ni un solo pilar del Estado de bienestar que no esté sufriendo en este momento un profundo deterioro por parte del Partido Popular.
La ausencia de Moreno Bonilla en la próxima sesión de control en el Parlamento andaluz nos da, por lo tanto, una idea clara del nivel de confortabilidad en el que se ha instalado el también presidente del PP en nuestra comunidad, que de esa manera pretende dar la espalda a los graves problemas que arrastramos los andaluces y andaluzas como consecuencia de sus decisiones.
Acaso no merecemos que, por ejemplo, Moreno Bonilla explique lo que está pasando con la sanidad pública, con esa desastrosa gestión que está poniendo en riesgo la salud de muchísimas personas a la hora de acceder a una prueba diagnóstica, un especialista o una operación. Cómo no se van a preguntar las familias almerienses por qué el Partido Popular se niega a adoptar medidas urgentes para aliviar el caos en el que se encuentra sumida la dependencia, con esperas de 600 días y -lo más grave aún- con inadmisibles retrasos en las revisiones del grado de personas dependientes con más de 80 años.
Nadie en el Gobierno andaluz se digna a dar ni una sola explicación sobre lo que está ocurriendo con este derrumbe de los servicios públicos. Todo se justifica mirando a Madrid, hacia el Gobierno de España, mientras que Moreno Bonilla se pone de perfil en aquello que es de su competencia o, digámoslo claro, de su total incompetencia.
Durante este tiempo, con Pedro Sánchez al frente del Gobierno de España y María Jesús Montero como ministra de Hacienda, Andalucía ha recibido más dinero que nunca: 53.800 millones más que durante la etapa de Rajoy. Por lo tanto, como hemos dicho en más de una ocasión, Andalucía no tiene un problema de financiación, sino de gestión. Si a todo esto sumamos la agenda neoliberal que está desplegando el PP, que va de frente contra las personas y favorece los intereses privados, podemos concluir que esta sería la explicación que el ‘moderado’ Moreno Bonilla se quiere ahorrar en el Parlamento.
Andalucía necesita al frente del Gobierno a una persona que se preocupe por su tierra y no escape de la realidad como hace el presidente de la Junta. Afortunadamente, ese cambio ya está en marcha de la mano de María Jesús Montero, la mejor aliada que tiene nuestra tierra y con la que nuestra comunidad volverá a ser un referente en el bienestar y calidad de vida de las personas.