OPINIÓN. Un Plan de rescate urgente

Juan Carlos Pérez Navas
Juan Carlos Pérez Navas

Inmersos ya en la segunda Semana Santa de pandemia sin procesiones, con la movilidad reducida y con el miedo a la cuarta ola que pregona Moreno Bonilla, vemos que el presidente andaluz no hace nada para evitarla, por estar ocupado en la inestabilidad de su gobierno, en fagocitar a su socio –Ciudadanos– y en callar para no molestar a su apoyo externo –Vox–, que un día sí y al siguiente también le pide elecciones anticipadas.

Mientras todo esto ocurre, ahí fuera, en la calle, las preocupaciones no paran de crecer. Andalucía supera ya el millón de parados, tenemos los servicios públicos mermados y nuestros comerciantes y pymes se desesperan, ante la falta de ayudas de un gobierno, el andaluz, que sólo realiza promesas que luego resultan ser falsas, como ha ocurrido con las últimas ayudas anunciadas, que se han quedado al final en una broma de mal gusto.

El Gobierno de Moreno Bonilla ha tenido muchas oportunidades ya de demostrar sensibilidad con los sectores económicos más afectados por la pandemia, sin que hasta ahora se haya visto gesto alguno en este sentido. Moreno Bonilla juega a tener superávit en las cuentas andaluzas, mientras que el tejido productivo agoniza.

El presidente andaluz, que nunca ha estado al mando en esta crisis, tiene ahora una última oportunidad, con la nueva inyección económica de 1.109 millones de euros que el Gobierno central ha acordado destinar a las pymes y que se suman a las anteriores transferencias realizadas por el Gobierno de Pedro Sánchez, que el Gobierno andaluz sigue sin distribuir, de manera incomprensible.

La provincia de Almería viene exigiendo un Plan de Rescate que compense la caída de nuestra economía. Lo han pedido de manera unánime los distintos sectores económicos y muchos plenos de ayuntamientos, que han mostrado su acuerdo en reclamar al Gobierno de la Junta que complemente las ayudas estatales y destine ayudas directas a las pymes, que en Almería son muchas y fundamentalmente de pequeño tamaño, muy vinculadas a los sectores que han experimentado una gran caída, como la hostelería, el sector servicios y el comercio.

Definitivamente, no hay excusas válidas para negarse a que, de una vez por todas y de verdad, se auxilie al autónomo y a nuestras empresas para que puedan sustentar sus negocios y recuperar el empleo.