OPINIÓN. Guardia Civil y Policía Nacional: en Roquetas no sobra nadie

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Manolo García, portavoz socialista en el Ayuntamiento de Roquetas de Mar

Ningún partido o asociación en Roquetas de Mar ha pedido nunca que se vaya la Guardia Civil y la sustituya la Policía Nacional. El PSOE desde luego nunca ha dicho eso, a pesar de ser el partido que, durante 30 años, más claro ha tenido que nuestro municipio necesita una Comisaría de Policía Nacional. Digo esto porque, estos días, una buena noticia, como es la intención del Gobierno de abrir una Comisaría y mantener la Guardia Civil, se ha convertido en una absurda polémica, entre otras cosas por la rabieta irracional del alcalde de Roquetas de Mar, que no sabemos realmente qué intereses está defendiendo con este tema, porque los del conjunto de los roqueteros está claro que no. La apuesta por los dos cuerpos para nuestra ciudad es algo que todos deberíamos celebrar.

Tenía razón el secretario de Estado del PP José Antonio Nieto cuando, hace dos años, justificó la idea de mantener y reforzar la Guardia Civil, por ser Roquetas un municipio “rural y agrícola”. Es cierto que una parte de nuestra localidad es rural y agrícola, pero el PP cometió un error inexplicable en el análisis, al olvidarse de que otra parte de Roquetas, quizá más grande, es claramente urbana. Por eso, desde el PSOE siempre hemos defendido que esa dualidad de realidades debe tener una respuesta específica: necesitamos Guardia Civil y necesitamos Policía Nacional. No hay que irse muy lejos para encontrar un caso similar, nuestro municipio vecino de El Ejido tiene desde hace tres décadas una demarcación compartida, en la que cada cuerpo se encarga de la seguridad de lo que mejor conoce. ¿Y saben qué? El Ejido, que tiene una población parecida, un porcentaje de extranjeros similar y unas características sociológicas equivalentes a las de Roquetas, tiene casi la mitad de delitos que nosotros. Tan mala no ha debido de ser aquella decisión que tomó el Gobierno de Felipe González en su día.

Cualquier persona con sentido común puede entender que si la Guardia Civil se centra en toda España en las zonas rurales y cuenta con unidades tan especializadas como el Seprona o la de vigilancia costera, que es tan importante en un municipio como Roquetas, adapte la formación de sus agentes, sus medios técnicos, sus estrategias y su mentalidad a la realidad que se encuentran cada día. Y lo mismo ocurre con la Policía Nacional: un cuerpo desplegado en todas las capitales de provincia y todas las ciudades importantes, es de una lógica aplastante que adapte la formación de sus agentes, medios y estrategias a atender la seguridad de esas ciudades, con especial importancia en cuestiones que tiene asignadas específicamente, como lo son la extranjería, la documentación o el tráfico de drogas, cuestiones todas ellas que no son precisamente ajenas a nuestra ciudad.

En el modelo de seguridad no podemos olvidar a la Policía Local, cuya misión principal es encargarse de velar por el cumplimiento de las ordenanzas municipales, desde la venta ambulante a los ruidos o el tráfico, labores en las que podrá centrarse mejor con el refuerzo que supondrá en la seguridad ciudadana la apertura de la Comisaría, manteniendo también a la Guardia Civil.

No se trata de cambiar el uniforme verde por el azul como se ha querido trasladar de forma torticera desde el entorno de nuestro alcalde, en absoluto: se trata de que cada cuerpo se encargue de lo que mejor conoce y para lo que está más preparado. Que personas del nivel de responsabilidad de nuestro alcalde busquen el enfrentamiento con este tema desvela que no está a la altura de un cargo que le obliga a velar por los intereses de los vecinos y nada más.

Desde el PSOE de Roquetas de Mar seguiremos luchando para que nuestro municipio tenga la mejor seguridad posible, contando con dos de los mejores cuerpos de Europa, como son la Policía Nacional y la Guardia Civil, con sus especialidades y recursos, y apostando también por la labor de la Policía Local en sus funciones propias. Seguiremos defendiendo que sea el Ministerio del Interior el que asuma todas las inversiones necesarias, que corresponden al Estado, y no los roqueteros. Y por último, nos sumamos a los llamamientos a la colaboración de los sindicatos policiales, que han sabido entender que no se trata de humillar o enfrentar a un cuerpo con el otro, sino de la seguridad de nuestra ciudad, por lo que llamamos a la responsabilidad de los que han hecho lo contrario estos días.